Proceso de profundo autoconocimiento y compromiso que consiste en hacer conciente lo inconsciente
que provoca el
malestar, así como de desarrollar las herramientas necesarias para afrontar situaciones
conflictuantes que signifiquen
una limitante en la calidad de vida. Todo esto con el fin de alcanzar las metas planteadas en la
evaluación.
Las sesiones para un proceso de este tipo suelen tener una frecuencia de 1 a 2 veces por semana.